martes, 9 de febrero de 2010

AUTOGOL

Entrar al Edificio La Francia nunca fue tan difícil, esta mañana habìa que demostrar que existía una razón para ingresar. Mostrar un recibo, llamar a algùn joyero, explicar, explicar, explicar...Una vez adentro la apariencia es absolutamente desoladora. Vidrieras vacìas, bolsas negras de basura y grupitos de empleados y joyeros inquietos. El desasosiego y la incertidumbre se respira en el ambiente.

Hay una reunión de Asojolfra (Asociación de Joyeros del Edificio La Francia) en el piso 8. Ayer intentaron conversar con el Alcalde Metropolitano, Jorge Rodríguez, quien se negò a concederles una audiencia y, aùn hoy, ningùn representante del gobierno que tomó la medida de expropiar la emblemática edificación de màs de 110 locales, se ha hecho presente para notificar a los agraviados.

El miedo, la rabia y el susto de joyeros y empleados ocasionó la evacuación de toda la mercancía ayer en la tarde. Algunos fueron objetos de robos "que seguro quedarán impunes como tantas otras cosas en este país".

Y mientras subo las escaleras me doy cuenta de que La Francia, esa casi mítica torre del oro en el centro de Caracas, es como un microcosmos de Venezuela. En el ambiente se respira el temor al saqueo, la indignación ante la inseguridad juridica y el dolor ante la vulneración del derecho al trabajo y a la propiedad privada. Locales vacíos con dueños y empleados casi estupefactos que empiezan a digerir la noticia dada por el primer mandatario nacional en el Alo Presidente de este domingo 8 de febrero.

Al preguntarseles acerca de las posibles razones de la expropiación conjeturan diferentes hipótesis, una de ellas llama la atención: "el gobierno lo que quiere es acabar con todas las fuentes de trabajo privadas para que todos dependamos de él."

Pero, en medio de la incertidumbre y del temor, saltan a la luz datos cruciales aportados por los afectados: el edificio fue donado a la Universidad de Oriente en el año 1949 por Fortunato Herrera. O sea. Es ya un bien público. Todos quienes allí laboran, cerca de 400 empleados directos y 2000 indirectos, son sólo inquilinos, arrendados o subarrendados, cuyo bien más preciado es el intangible capital de haber hecho el punto a lo largo de más de 50 años. Es decir, subrayo, el edificio La Francia NO PUEDE SER EXPROPIADO, ya que un bien público no es susceptible de ser declarado como bien de utilidad pública. Sería una suerte de redundancia.

Nissim Darwich, de Joyas Frida en el piso 1, asegura que abrirán mañana. Para que la gente sepa que están allí dando la cara. Pero, por supuesto, no habrá anillos, ni relojes, ni nada que brille, sólo el espíritu valiente e indomable de quienes luego del susto inicial han decidido luchar por su patrimonio laboral.

Supongo que eso quiere decir que el líder de la Revolución se metió un autogol.

PD: En breve las fotos.

1 comentario:

grannisa dijo...

Ya empezo el ataque Anti-Semita en Venezuela por parte del Gobierno