Me encantan esas historias en las cuales una persona asume una falsa identidad. O la identidad de otro. Marina Baura en La Usurpadora em enseñò cuàn divertido puede ser jugar a ser otro. Asi que toda la idea de ataviarme con las maneras, los atuendos y los valores de otro francamente me fascina.
Por ende, esta mañana cuando escuché en la radio la historia de un falso carabiniero recién capturado, no pude menos que sentir una cierta complicidad y admiraciòn por aquel hombre con dos mujeres que para poder mantener esa doble vida amorosa usaba una identidad de falso uniformado.
Lo mejor de todo fue lo que, con tono divertido, comentaba el locutor: él no ponia su foto en el carnet de carabiniero sino la de un actor famoso de los 70's. El hombre sacaba el carnet y aseguraba irse en misiòn por varios dias. Me preguntò si la esposa, simplemente, habia optado por hacerse la tonta y amaba a su mitomano infiel sin mayores conflictos.
En ese caso, los carabinieri reales le robaron su historia de amor. Le estropearon su fachada de mujer estupida que cree que la foto de un actor famoso, aunque sea de lejos, es la cara de su marido, ese mismo hombre con el cual se despierta todos los dias. Ahora el hombre sabe que ella sabe.
Ni que decir de la amante, que le seguia el juego amorosa cuando "il carabiniero" queria jugar a Mission Imposible y se disfrazaba de espia pero no llegaba ni a Superagente 86.
Apuesto que, si los carabinieri estuviesen comandados por una mujer, esta hubiese sido lo suficientemente sensible como para dejarle al pobre hombre su carnet. Solamente por solidaridad con aquellas dos mujeres. Sabiendo todo lo que las mujeres hacemos por ellos.
Sin ànimo de entrar en esa postura sexista y reduccionista de la guerra de los gèneros debo decir que, a veces, los hombres saben muy poco sobre la mente femenina...
Y, ademàs, es, ciertamente, muy dificil distinguir entre policias y ladrones.
Si tuviese alguna influencia en el caso pediria que le devuelvan su carnet de carabiniero a aquel hombre y lo dejen jugar en paz.
Lo pediria, sobre todo, por mis dos colegas de género :) a quienes la vida amorosa y sexual se les acaba de ir francamente a pique.
1 comentario:
JAJAJA..., con solidaridad de género hacia las co-protagonistas del relato, y empatía filial y profesional contigo, aquí van varios CLAP-CLAP-CLAP!
Y eso que yo llevaría fatal lo de la doble vida o hacer de Usurpadora: para mentir bien la primera condición es tener buena memoria ;-)
Magda
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