Y lágrimas largamente contenidas se atreven a resbalar impunes..y mis miedos deambulan frágiles y desnudos por una habitación helada. Inocentes.
Y me asomo a los abismos que te habitan en ese instante magnífico. No intento ni siquiera evitar conmoverme. Había olvidado lo que se siente.
Estar vivo. Muy vivo en un instante infrecuente. Un segundo telúrico que sacude mis cimientos y me despoja de esa líquida tristeza atrapada en mi garganta desde hace algún tiempo.
Que rico estar vivo! Y cuán peligroso!
Con cuanta gentil violencia te sorprende la vida en ese segundo inesperado e inasible.
Un instante en el que te muestro este lago escondido que resbala incontenible mientras nado en el tuyo...
Y ya te has ido y yo quedo desnuda y salvaje en esta humedad tan viva tras el instante sagrado de ese encuentro contigo.