No quiero que seas mi Príncipe Azul,
ni que uses disfraz de sapo para probar mis besos.
No quiero que seas el hombre de mi vida,
ni que prometas cumplir todos mis sueños.
No quiero que seas mi alma gemela y mucho menos el hombre perfecto.
Sólo quiero que no quieras que sea tu princesa,
ni la mujer de tu vida,
ni tu alma gemela.
Sólo quiero que me quieras por este desastre que soy,
esta mujer imperfecta, caótica e inquieta,
esta mujer que no consigue conciliar el sueño cuando piensa en guerras, animales rotos o ecología ...
esta mujer que ha hecho daño aún cuando esa no era su meta...
esta mujer que no entiende el dinero ni cómo se puede compartir un afecto.
Yo, esta mujer que tienes enfrente y que, de veras, te quiere desnudo y bendito, como te echaron al mundo,
antes de que te dijesen que tenías que ser de esta u otra manera...
Sólo quiero que entiendas que muchas veces pensaré que no te merezco y te alejaré justo por eso,
que muchas veces sentiré que buscas una Barbie y que yo no soy esa,
que infinidad de veces te querré tanto que tendré que darme media vuelta porque ya son demasiadas heridas de guerra...
y que, sin embargo, tontamente, desearé que vuelvas.
Sólo quiero que no quieras que sea tu princesa,
que ni sueñes que sea la mujer de tu vida,
que no esperes que sea tu alma gemela...
No. No soy tu mujer perfecta.
Sólo quiero que me veas. ¡Pero que realmente me veas!
Que veas mi belleza.
Si. La tengo.
Pero también mi lado feo, el que asquea...
Y que no te asuste,
que quizás hasta te enternezca.
Sólo quiero que me quieras a mi por lo que soy, no por lo que te imaginas, ni por la parte de ti que en mi se refleja.
Sólo quiero que quieras quedarte porque te ríes conmigo
y porque cuando a mi lado despiertas te sientes natural y nuevo, y al mismo tiempo el de siempre, el de antes, el de hoy y el que todavía no ha nacido...
Sólo quiero que cuando te desconcierte, te escandalice o te aburra, aún así quieras quedarte porque te apasione el viaje a mi lado.
Porque la piel, el compromiso y la emoción forman parte del equipaje.
Porque compartimos brújula e itinerario, porque algún lugar nos espera.
Te quiero hombre, persona, niño
No príncipe. No perfecto.
¿Me quieres mujer, persona, niña?
¿O me quieres mito?
No. No soy tu mujer perfecta.
No quiero ser la mujer de tu vida.
¿Estás listo?